11 de noviembre de 1997. Sábado. El día amaneció calmo, claro y de acuerdo con el informe del tiempo no iba a ser muy frio. Despertamos temprano, como a las 0600. Después de ducharnos y tomar desayuno revisé todos los niveles y sistemas de la embarcación. Puse la carta náutica sobre la plataforma enfrente de mi lo mismo que la bitácora. Bárbara preparó más café y puso música. Eché andar los motores por un rato para luego salir a la cubierta para desamarrarnos lo que hicimos con la ayuda del contramaestre de la marina. Volví a la cabina y comencé a sacar marcha atrás nuestra embarcación. Fue una muy fácil maniobra echa en cámara lenta. Eran las 0717 horas.
Ese día teníamos planeado navegar 55 millas hasta el pueblo llamado Belhaven. Iba a ser una navegación larga pero relativamente simple. La carta y los libros no señalaban obstáculos o peligros.
Salimos al Alligator River e inmediatamente nos encontramos con el puente del mismo nombre. Es un puente giratorio que deja solo una altura de 4.40 metros. Tuvimos que esperar a que el encargado del puente lo abra después de llamarlo por la radio VHF. Esta es una zona de grandes vientos (hasta 40 nudos) de acuerdo con la información disponible en los libros de pilotaje. Cuando esto ocurre el puente no se abre. Afortunadamente hay buenos fondeaderos cerca del puente en su lado sur y en lado norte está la marina donde pasamos la noche. Afortunadamente no tuvimos problemas de viento ese día de manera que lo cruzamos sin dificultades.
Seguimos navegando por este rio camino al sur hasta llegar al marker G-59 donde el rio tuerce casi en 90 grados hacia el oeste. La ICW sigue la línea de más alta profundidad del rio. Hay que tener cuidado de no confundirnos en ese punto pues hay otros marker que señalan la dirección de otro canal que sale hacia el sureste el cual, aunque no se menciona en la carta, parece ser un gran canal de riego. Al llegar al Bear Point y al marker G-45 la ICW se dirige al suroeste en línea recta hasta el marker R-54. En ese punto entramos al canal Alligator – Pungo.
Este es un canal construido por el Cuerpo de Ingenieros (US ARMY) en 1928 que une el rio Alligator en el norte con el rio Pungo en el sur, lugar donde se encuentra la ciudad Belhaven. Es un canal de 22 millas con un ancho oficial de 90 pies. Lo atraviesan do puentes en dos lugares, bastante separados entre ellos. Fue construido en un área pantanosa. En algunas partes vimos en sus orillas bosques frondosos, pero a medida que seguíamos avanzando hacia el sur vimos largas extensiones de pastos altos. De este canal vimos salir algunos canales menores señalados en la carta creados para irrigar tierras agrícolas. Las plantaciones más comunes aquí son maíz y porotos soya.
Durante nuestra travesía no vimos casas en sus orillas sino al final al llegar al Pungo River. En algunos lugares no muy lejos fuera del canal vimos troncos que apenas sobresalían del agua, lo que nos recordaba la obligación de navegar por el centro del canal señalizado en la carta por una línea morada que indica las mejores profundidades del mismo. En una nota en la carta se señala que las orillas de este canal están algo erosionadas por el tráfico de barcos y barcazas comerciales y embarcaciones deportivas. De allí que su ancho y profundidades en algunas partes es menor a la oficial.
Como decíamos al comienzo de este documento la Intracoastal Waterway (ICW) fue construida uniendo ríos, bahías, estrechos, ensenadas, senos, hasta formar una larga vía marina que recorre la costa atlántica de norte a sur. La mayoría de los ríos corren de oeste a este dónde desembocan en el Atlántico. Los canales corren de norte a sur uniendo estos ríos. Este es el caso del Alligator en el norte y el Pungo en el sur.
Las fotos de arriba muestran diferentes vistas del canal. Uno de los llamados “peligros” para las embarcaciones deportivas que transitan estas aguas son la presencia de barcazas empujadas por remolcadores. La verdad es que nosotros nunca tuvimos problemas con ellas. Por supuesto siempre nos hicimos a un lado y reducimos velocidad considerando que para los capitanes de las barcazas las maniobras son muchos más difíciles.
Como nota especial agrego en esta oportunidad algo que nos venía preocupando por un rato. Al entrar a la ICW, al sur de Portsmouth, nuestra embarcación comenzó a crecer unos “mostachos” a ambos lados de la proa y a lo largo de la línea de agua del casco. Un capitán en la Pungo River Marina nos explicó que estas manchas de color café que se adhieren al casco provienen del ácido tánico que se encuentra en el agua.
Los cipreses y otros árboles y arbustos de esta zona diluyen en el agua algunos ácidos como así mismo la descomposición de hojas y otras materias orgánicas contribuyen a este problema. Estos ácidos cambian el color del agua en diversos grados según sea el lugar donde íbamos navegando. En todo caso los mostachos nos acompañaron hasta Sarasota donde le dimos al casco un buen lavado y volvió a lucir su brillante color blanco.
En el canal no vimos markers. A las 1120 llegamos al puente giratorio Fairfield que deja una altura de casi 2.4 metros. Desafortunadamente estaba en reparaciones. Normalmente este puente estaba programado para abrir cada media hora, pero en esos momentos abría cada dos horas. Varias embarcaciones comerciales y deportivas estaban esperando que se abriera a las 1200.
Las comunicaciones por radio entre el encargado del puente y las embarcaciones eran no amigables por decir lo menos. Nosotros tuvimos que esperar solo 40 minutos, pero las otras parece que estaban por allí más largo tiempo. Apenas se abrió el puente comenzaron a cruzarlo sin fijarse mucho por la velocidad lo que dejó un enredo de estelas bajo el puente.
A las 1329 llegamos al puente Wilkerson que deja una altura de 20 metros. Lo cruzamos sin problemas y seguimos al sur por un corto trecho hasta llegar a la entrada del rio Pungo. Seguimos la ICW la que nos llevó a la entrada del canal que conduce a la ciudad Belhaven.
En este sector tuvimos que tener cuidado en identificar bien los markers en razón a que los verdes estaban ahora al lado derecho del canal.
Llegamos a una marina llamada River Forest Marina y luego de ocupar el espacio señalado por su contramaestre apagué los motores a las 15:12. Con su ayuda amarramos bien la embarcación y nos conectamos a la electricidad y agua. El paso siguiente fue sentarnos en la cabina y descansar a pata suelta por un rato. Había sido otro día de larga navegación, casi 8 horas. Aun cuando gozábamos nuestros cruceros siempre teníamos en el trasfondo de nuestra mente y espíritu la preocupación y ansiedad de estar moviéndonos en aguas que nunca habíamos navegado.
Un poco más tarde fuimos a visitar el pueblo. Caminamos por las calles cercanas admirando los jardines y las antiguas mansiones construida en el siglo 18 y 19. Una mansión estaba abierta para ser visitada por los turistas. Llena de antigüedades de gran valor, bien mantenida y con excelentes explicaciones. Volvimos a nuestro bote y terminamos las labores de preparar la navegación siguiente que habíamos planeado hasta Beaufort Carolina del Norte. Luego de limpiar, chequear y cenar nos fuimos a dormir.
El informe del tiempo no era bueno para el día siguiente de manera que decidimos quedarnos por otro día y esperar mejores condiciones para seguir nuestro viaje. La marina nos prestó un carrito eléctrico de golf con el cual fuimos al pueblo. Tomamos desayuno en una cafetería y luego fuimos a una ferretería y librería donde compramos algunas cosas. Como el museo estaba cerrado recorrimos el pueblo disfrutando de la vista de las mansiones, el palacio municipal, iglesias típicas de Norteamérica, jardines.
Al volver a la marina conocimos dos parejas que también estaban navegando al sur. Bárbara decidió usar las lavadoras y secadoras donde siguió conversando con las capitanas. Intercambiamos información sobre la ICW y algunas aventuras que habíamos tenido navegando hasta Belhaven. El resto del día lo pasamos en el bote donde revisé el informe del tiempo. Estábamos listos para partir apenas mejoraran las condiciones.
Una nota interesante que agregar es la relativa a la vida animal de este rio y en general de la que existe a lo largo de la ICW. En relación con el Alligator River encontramos bastante información en el internet. Es increíble la variedad de animales y pájaros que existe en esta zona. Desde luego los temidos caimanes (alligators) viven en abundancia en este rio y sus conexiones. Pero también hay serpientes de varios tipos, osos negros, nutrias, zorros, ciervos, linces, heron azules, patos, pájaros carpinteros, lechuzas y búhos y una variedad de otros pájaros. Toda esta zona está incluida en el Alligator River National Wildlife Refuge.
El tiempo al día siguiente amaneció malo, pero con tendencias a mejorar. Como estábamos ansiosos de partir decidimos hacerlo y levantamos ancla a las 0825.
