NAVEGANDO LA INTRA COASTAL WATERWAY. DE STUART CITY A CLEWINSTON CITY EN LA COSTA OESTE DEL LAGO OKEECHOBEE

18 de diciembre de 1997. Despertamos un poco antes de las 05:30 más o menos nerviosos con la travesía del lago que íbamos a experimentar. La idea era zarpar lo antes posible, dependiendo del amanecer y la disponibilidad de luz. Tomamos desayuno, acomodé la carta náutica enfrente del timón y la guía de navegación abierta en la correspondiente página, a su lado. Con todo bajo control prendí los motores los que dejé andando en neutro por unos minutos. Con Bárbara dimos unas últimas miradas a los alrededores de nuestra embarcación mientras nos tomábamos un café en cubierta. Teníamos la idea de tener ese día una gran exploración y aventura.

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La Roberta Julia como siempre se aterrorizó con la prendida de los motores y se fue esconder bajo la manta eléctrica de nuestra cama.  Salimos a desamarrarnos y desconectarnos.  Habíamos pagado lo que debíamos a la marina el día anterior.

Zarpamos a las 07:12, estaba amaneciendo con cielos nublados, pero calmado. La temperatura fresca, fría para Bárbara. Salimos sin problemas de la marina y enfilamos al brazo sur del rio St. Lucie el cual nos conducía al canal que se dirigía al oeste en dirección al lago Okeechobee. Al poco rato la Roberta Julia lentamente y después de un rodeo se instaló con una mirada indiferente sobre la carta. Siempre hacia lo mismo. Una vez en camino y mas relajados Bárbara puso un concierto en el sistema de sonido.

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A los 10 minutos nos tuvimos que detener para dejar pasar a un tren sobre el puente que se cierra automáticamente cuando se anuncia la llegada de uno. El resto del tiempo se mantiene abierto para la circulacion marina. Mientras esperabamos su apertura escuchamos en la radio la conversación del yate velero Vagabond que se habia mantenido a una escuchable distancia desde que habíamos zarpado desde Norfolk.

La Roberta Julia había impresionado al capitán y su esposa, una pareja encantadora,  cuando la vieron a través de la ventana de la cabina extendida sobre la carta náutica cuando paseaban en una marina en North Carolina.

  ICW CLEWISTON 3Cada vez que hablabamos en la radio preguntaban por ella. En esta oportunidad esta seria la última conversación que tendríamos pues ellos seguian al sur rumbo a Fort Lauderdale  y nosotros al oeste hacia el Golfo de México.  Siempre es triste cuando uno se despide de esta manera con compañeros de ruta que no veríamos o escucharíamos mas.

El segmento de la carta náutica da una vista general del canal desde Stuart City a Puerto Mayaca a la entrada del lago Okeechobee. Una nota importante que tuvimos que tener en cuenta fue la recomendación de la guía náutica de llamar por teléfono con anterioridad al Cuerpo de Ingenieros del Ejército de USA, a cargo del mantenimiento de estas vías de agua, a fin de saber si habría profundidad suficiente para cruzarlo y si no habría demoras en los canales y esclusas por reparaciones u otras razones.  Cosa que hicimos desde Stuart con la satisfacción de recibir como respuesta que todo estaba en orden.

  ICW CLEWISTON 4Desde Stuart salimos a la ICW y nos dirigimos a la rama sur del rio St. Lucie (South Fork) donde sigue hasta conectarse con el Canal St. Lucie que se dirige al lago Okeechbee. Pasamos Palm City y bajo su puente fijo de 55 pies de altura. Como a una milla de la entrada a este canal esta la primera esclusa (de cinco) llamada St. Lucie Lock, la cual levanta los barcos casi 13 pies para nivelarlos con las aguas del lago.

Para entrar tuvimos que llegar a la zona de espera donde está prohibido dejar una estela que produce olas y llamar por VHF al operador de la esclusa para dejarle saber nuestra intención de usarla. Ahí esperamos hasta que la luz, a la entrada de la esclusa, cambiara de roja a verde.

No tuvimos problemas en entrar a esta esclusa, lo que hicimos lentamente. La compartimos con otros dos botes.  Esta esclusa es grande, tiene 250 pies de largo por 50 de ancho y los botes flotan en una profundidad de 10 pies. Tuvimos ayuda de los operadores de la esclusa quienes nos dieron líneas para hacer firme la embarcación a un costado.

Lo más interesante fue chequear si lo que decía la guía de navegación lo podíamos verificar. Esta indicaba que a veces cuando la esclusa se abre entran a ella manatíes, diferentes tipos de tortugas y alligators o caimanes. En esta oportunidad no tuvimos la fortuna de ver ninguno de ellos. Fue una desilusión grande pues somos dedicados observadores de la flora y fauna en todos los lugares que visitamos. Esta zona tiene una gran variedad de pájaros, reptiles, peces y algunos mamíferos.

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La esclusa se abrió para permitirnos seguir en el canal St. Lucie. Esta área muestra la Florida rural a ambos lados del canal. Se ven grandes extensiones de pastizales, cultivos y cítricos. En la costa del canal se construyó un parque con un muelle donde los transeúntes se pueden amarrar. Es un lugar de picnic y recreación. Mas adelante pasamos Indian Town y nos encontramos con otro puente de ferrocarriles, pero afortunadamente estaba abierto (es automático). También aquí hay una marina, la última que puede ayudar a sacar el mástil a los veleros que lo tienen con una altura de 49 o más pies. Es la única forma de poder pasar por los puentes que siguen más adelante en esta vía de agua.

La guía nos dice que en este pueblo existen algunos servicios como oficina de correos, farmacia, clínica médica, tienda de abarrotes, bancos, restaurantes modestos. Pero lo más interesante es la anécdota acerca de la familia de S. Davis Warfield, un ejecutivo de ferrocarriles que por allá por los años 1925 construyó un hotel y restaurant en esa área el cual fue usado posteriormente por su sobrina Wallis Fairfield, la famosa Wallis Simpson que se casó con el que fuera rey de Inglaterra el cual renunció a su corona para casarse con ella.

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Al acercarnos a la siguiente esclusa, la de Puerto Mayaca, nos detuvimos para esperar la luz verde para entrar. No tuvimos problemas para entrar y salir de esta esclusa donde éramos los únicos que estaban haciendo uso de ella. Esta es una esclusa bastante grande: tiene 400 pies de largo y 56 pies de ancho. Se complementa con Hurricane Gates o puertas las cuales fueron construidas a las orillas del lago para facilitar la distribución de agua fresca para riego, para suplir de agua potable a la población y para mantener niveles de agua para la navegación. Así mismo, tiene por objetivo controlar la acumulación y los flujos de agua durante periodos de inundaciones debido a huracanes

La guía nos decía que al lado sur de la entrada a la esclusa había muchos alligators (caimanes) pero nuevamente no vimos ninguno. Tampoco tuvimos dificultad para esperar pues nos anclamos a un lado donde había profundidad suficiente.

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Entramos al lago bien preparados. Afortunadamente había sol, pero el viento era preocupante pues hacia olas. La ruta que seguimos fue la que va por el centro del lago, la llamada ruta 1 que era más corta y aparentemente más segura. La otra que va orillando el lado sur del lago no me convenció debido a la baja profundidad de lago en esa costa. Tuvimos que usar radar para identificar los markers pues estaban un poco distanciados. Al poco rato pasamos cerca de los restos de una embarcación hundida hace ya varios años. Afortunadamente está bien señalizada en la carta náutica lo que es importante durante una travesía de baja visibilidad.

Además, había preparado un rumbo (235 grados, suroeste) para navegar a estima, paralelo al que estaba indicado en la carta por si acaso el viento nos creara dificultades. Durante la travesía tuvimos vientos de 15 nudos del noroeste lo que nos hizo navegar con precaución y aprensión pues había un oleaje que era complicado pero manejable en un barco del tonelaje nuestro.

Los problemas que tuvimos fueron con barcos grandes que nos pasabas a gran velocidad creando grandes olas que teníamos que sortear. Bárbara estaba indignada y preparando borradores de cartas a la Defensa de Costa de USA acusando a los irresponsables. Cosa que nunca hizo. Corazón de madre.

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  El lago Okeechobee (significa Aguas Grandes en el idioma indígena local) está por sobre el nivel del mar (18 pies) por lo que requiere el uso de esclusas para subir y bajar los botes cuando cruzan este lago.  Es el segundo lago de agua fresca más grande los Estados Unidos. El primero es el lago Michigan.  Su profundidad es 12 pies. Su orilla, a todo alrededor, es levantada formando un terraplén para controlar sus aguas, como si fuera un plato de taza de té.

Cuando hace viento sus aguas se agitan formando olas cortas que pueden hacer la navegación muy desagradable y peligrosa. Sus aguas se alimentan de riachuelos y canales que llegan de los campos de alrededor.  Originalmente era el comienzo de lo se pasó a llamar el rio de pasto (un autor lo llamó a River of Grass actualmente identificado geográficamente como el Everglade).

Los huracanes y las sequías son los principales problemas de este lago. Durante el periodo de huracanes y sus posibles inundaciones las aguas del lago suben a niveles peligrosos los cuales son controlado con las esclusas y portones los cuales permiten la evacuación de sus aguas. Cuando hay sequía las aguas bajan lo que dificulta la navegación, la cual a veces se clausura, y compromete la irrigación de los cultivos aguas abajo.

            Llegamos a la marina Roland Martin a las 15:55. Excelente lugar que ofrecía todos los servicios que normalmente necesitan embarcaciones transeúntes, en camino al Golfo de México o a Stuart en el Atlántico.  El muelle de esta marina se extiende a lo largo del canal (ver foto).  Esa tarde estaba casi totalmente ocupado por embarcaciones.  Afortunadamente teníamos reservaciones. Esta es un área de pesca especialmente de bass o róbalo. Algunos traducen bass como corvina el cual se parece por su tamaño y color. La marina al interior acomoda botes de pesca deportiva lo mismo que pontoones.

Decidimos finalmente quedarnos en nuestro bote esa tarde pues Bárbara seguía luchando con los restos de su resfriado y ambos no teníamos la energía suficiente después de la larga travesía para ir al restaurant, no muy lejos de allí, altamente recomendado por los locales.  Además, queríamos partir temprano al otro día para hacer otras 50 o 60 millas.

            Aprovechamos de limpiar el interior y el exterior de Manatee, chequear sus conexiones a tierra y amarras. Llenamos los estanques y chequeamos los niveles. Preparamos una velada temprana de cocktails, cena, música y lectura.  Nuestro plan para el otro día era llegar a Alva lo que significaba pasar por otras dos esclusas.

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NOTA.  Nosotros visitamos este lago años después, por auto. Manejamos alrededor del mismo y nos detuvimos en algunos de los pueblos. Esta es una inmensa zona agrícola. Caña de Azúcar, cítricos, ganado. La mayoría de los trabajadores son latinoamericanos llegados de México y Centro América. En los pueblos casi no vimos blancos.  Gente buena tratando de sobrevivir en casuchas y habitaciones algunas no diferentes a los slums que existen en sus tierras de origen.  Ahorran todo lo que pueden pensando volver algún día y parte lo envían a los familiares que quedaron atrás.