11 de diciembre de 1997. Zarpamos a las 08:04 con cielos nublados y una llovizna liviana. Vientos calmos. Íbamos rumbo a Titusville con un pronóstico de mal tiempo. La ICW corre por un sector de poca profundidad y de tierras bajas en parte de este segmento. Sigue la ruta al sur usando el rio Halifax hasta llegar al estrecho Ponce de León que comunica con el atlántico.
En el camino pasamos por Port Orange and Allandale cities. En ambas costas hay casas, apartamentos, hoteles, marinas e instalaciones deportivas. En la costa del atlántico la carta muestra millas de balnearios y playas. Es una zona conocida como Fun Coast. El brazo principal del rio Halifax se dirige al atlántico y un canal paralelo tierra adentro es por donde continua la ICW la cual se vuelve a unir al rio una vez pasado el estrecho Ponce de León.
El rio y la ICW siguen hasta alcanzar la ciudad New Smyrna Beach. Esta es una ciudad balnearia con muchas entretenciones y hermosas playas. Desde que dejamos Daytona Beach encontramos a ambos lados de la ICW marinas, fondeaderos y otras instalaciones marinas. Los puentes eran de altura de manera que no tuvimos atrasos esperando sus aperturas.
La ICW sigue hacia el sur por varias millas en la costa occidental del Indian River. El rio en esta parte es muy ancho formando lagunas y bahías una de ellas la Mosquito Lagoon. Sus aguas son semi saladas por su contacto con el atlántico a través de varios estrechos. Tuvimos serias dificultades de navegación en esta laguna debido a una casi cero visibilidades debido a llovizna y neblinas. Tuvimos que usar el radar, reflectores y sonido para seguir a muy poca velocidad.
Pasamos el pueblo Oak Hill y de acuerdo con la guía de navegación deberíamos tener a la vista al sur (20 millas) el enorme edificio de del John F. Kennedy Space Center, donde se ensamblan los vehículos espaciales. Sin embargo, ese día la visibilidad estaba muy limitada y nos quedamos con las ganas de tener esta primera impresión.
Seguimos al sur hasta llegar al Haulover Canal el cual comunica la Mosquito Lagoon con las aguas interiores del Indian River. Este canal se dirige al oeste y luego continua al sur hasta alcanzar Titusville. Los marker en esta zona estaban un poco distantes entre ellos de manera que seguimos con el radar activo y nosotros alertas para identificar lo que indicaba la carta náutica. Media hora antes de llegar al canal habíamos escuchado en el VHF que en el marker “R 6” de ese canal había un velero parado cerca de ese marker. Afortunadamente al llegar a la entrada del canal ese velero había seguido su ruta. Por medio del VHF habíamos sido advertido que una barcaza grande estaba entrando a este canal. Nosotros todavía no la veíamos, pero al acercarnos al marker “R 6” nos encontramos con ella. Su capitán amigablemente se movió hacia el costado de la ICW a fin de darnos espacio para pasar.
Llegamos a Titusville marina a las 14:10. Había un poco más de claridad, pero seguía lloviendo. Los cielos estaban cubiertos con nubes negras, amenazantes. Los vientos nos dejaron estacionar Manatee en su slip con la ayuda de dos personas de la marina.
Luego de reposar un rato en la cabina, tomarnos un café, tranquilizar a la Roberta Julia, fuimos a comprar unas provisiones (mostaza, sal, pan, café instantáneo…) en la tienda de la marina, nos dimos una ducha en sus instalaciones y conversamos con los encargados de la marina y la chica a cargo de la radio (Bonnie) acerca del pronóstico del tiempo para los siguientes días. La temperatura estaba alrededor de los 40 grados (F).
Luego, en la cabina, procedimos a poner al día nuestros diarios de viaje y precisar la bitácora, revisar los niveles y acomodarnos lo mejor posible para pasar la tarde y más tarde preparar la cena. Salí a revisar las amarras y las conexiones a tierra. Esta era una marina con todos los servicios y con una agradable predisposición para sus clientes.
Fue interesante descubrir que los días de lluvias o nublados con nubes bajas, con vientos ocasionalmente con fuertes rachas de vientos a veces alteraban nuestro estado de ánimo en forma positiva. Nos sentíamos bien dentro de la cabina, con nuestras lámparas de luz ámbar, escuchando el ruido sordo y triste de la lluvia y sintiendo más que observado la semi obscuridad afuera. Los dos estábamos agradablemente escribiendo o leyendo o simplemente escuchando. La Roberta Julia estirada y super relajada en el centro de la mesa, junto con la música en voz baja nos daba esa alegría interior que solo se logra cuando hay una gran comunión espiritual entre dos almas y el ambiente que los rodea. Nos daba una sensación de seguridad y bienestar. Realmente estábamos encantados con nuestra embarcación.
12 de diciembre de 1997. Despertamos temprano. Con un café en la mano escuchamos atentamente el informe del tiempo. Afuera estaba con nubes obscuras y con neblina. No había viento. Estábamos preocupados con nuestro plan de viaje pues estábamos atrasados para llegar a Sarasota antes del 24 de diciembre una limitación de tiempo que nos impusimos gratuitamente con el fin de poder ver el ballet Nutcracker ese día. El pronóstico era frustrante: un frente de baja presión se había instalado sobre la parte norte de Florida. Anunciaba fuertes lluvias, rachas de fuertes vientos, inundaciones y en algunas partes neblina. Nuestra preocupación era no ser pillado por este mal tiempo en la ICW y ser empujado fuera de ella por el viento, las corrientes o la neblina y causar algún daño a nuestra embarcación.
Ante estas circunstancias decidimos quedarnos en esta marina esperando por mejor tiempo. Arrendamos un auto y nos fuimos a explorar la región volviendo después de algunas horas. No podíamos dejar a la Roberta Julia sola en el bote por mucho tiempo en un ambiente totalmente desconocido para ella y con probables tormentas. Además, llevarla con sus cosas en un auto y a hoteles por dos o tres días seria mucho trabajo e inconveniencias para ella y para nosotros.
Arrendamos un Chevrolet Lumina con Enterprise Rent. Nos trajeron el auto a la marina a las 10:30. Fuimos a la ciudad de Stuart (50 millas al sur) a recoger el correo que nuestra vecina nos había mandado a la Pirate Cove marina y aprovechamos para chequear si podíamos modificar la reserva de un slip que habíamos hecho en ese lugar. Después de recibir nuestro copioso correo en la oficina del contramaestre la persona encargada nos dijo que para la fecha que pensábamos llegar estaban llenos y no tenían un slip para nosotros de manera que tuvimos que buscar una que nos pudiera recibir. Lo cual hicimos con cierta dificultad.
Aprovechamos la oportunidad para ir al restaurant en el segundo piso de la marina donde tuvimos un excelente almuerzo y una vista panorámica de la bahía y del rio. Mas aún era un día de sol y la temperatura había subido a los 70 grados (F). Estábamos al sur del frente de mal tiempo que se había estacionado en la parte norte de Florida. Era un gran placer ver cielos azules y un sol brillante lo que nos permitía gozar de una agradable temperatura después de un par de semanas bajo nubes, lluvia y frio. Bárbara compró una polera en la tienda de la marina la que se puso después de sacarse el suéter con cuello de tortuga que estaba usando.
Stuart era importante para nosotros pues es donde comienza el canal por donde va la rama de la ICW que cruza el estado de Florida y desemboca en el Golfo de México, que era la ruta que íbamos a seguir para llegar a Sarasota. La otra rama de la ICW sigue al sur hacia los Keys, al sur de Miami, donde es posible pasar al Golfo de México y comenzar a remontar hacia el norte en la costa occidental de Florida.
En el viaje de vuelta a nuestra embarcación pasamos a un supermercado para comprar algunos abarrotes, verduras y frutas frescas. Que placer fue manejar un auto y gozar de la independencia y rapidez que nos daba.