JAIME GALLARDO, CONSTRUCTOR DE LANCHAS CHILOTAS

DON JAIME GALLARDO

MAESTRO CONSTRUCTOR DE LANCHAS CHILOTAS

Llegamos a conocer a Don Jaime Gallardo, diseñador y constructor de El Trauco, después de haber casi agotado el proceso de documentación de esta nave en el terreno, en Calbuco. Para ello viajamos a Mañihueico, en Chiloé Continental, donde vive con su familia. Después de presentarnos en forma muy sería pero amable me aclaró con énfasis “yo construyo puras lanchas chilotas”. Esta definición me dejo muy en claro a quién estaba entrevistando. Lo visité en tres oportunidades y tuve el grato placer de conocer a su señora esposa e hijos, uno de los cuales sigue sus huellas como tripulante de naves deportivas.

Don Jaime vive y construye embarcaciones en su casa a la orilla de la Carretera Austral y deslindando con el las aguas del Golfo de Reloncaví. Allí en un hermoso paraje, donde los bosques bajan de las montañas  pronunciadamente hacia el mar, construyó su taller. Tiene como vecino a su padre y no muy lejos a su primo Percy Mautor quien ha sido su socio colaborador más cercano.

Hogar de don Jaime Gallardo en Mañihueico, Chiloe Continental. 2004

Construye sus naves usando proporciones y relaciones que conoce por transferencia oral de otros carpinteros de ribera de la zona y por la práctica de construir embarcaciones. Su experiencia le permite adaptar los conceptos básicos de diseño y construcción de lanchas chilotas a la producción de lanchas de diferentes dimensiones y características, incluyendo aquellas que hoy llevan motores. Así fue como construyó El Trauco, una nave de diseño mucho más grande que las tradicionales.

Taller de Don Jaime Gallardo. Mañihueico, Chiloé Continental. 2004

En un apretado resumen nos da una descripción del proceso de construcción  de una lancha chilota: “primero, nos dice, se corta y establece la quilla, roda, contra roda  y codaste. Luego se coloca la cuaderna del espejo, la cuaderna maestra, y una o dos cuadernas de referencia a la altura de los dos tercios desde la proa. Con esta estructura preliminar se comienza a establecer, con varetas o largos listones de madera flexible,  la línea de arrufe (línea de la cubierta), la línea del codo (casi a la altura de la línea de agua) que va desde el espejo a la mitad de la roda y la de la segunda tabla desde la quilla que va desde el codo del espejo a la mitad de la mitad inferior de la roda.”

“Toda esta estructura se balancea usando las varetas, continúa Don Jaime, las cuales permite visualizar todas las líneas de la nave y corregir errores. También se colocan listones transversalmente a fin de dar el ancho que se persigue. En esta fase se requiere mucha observación y práctica, para asegurar que las líneas y proporciones de la embarcación sean las correctas y las que más agradan al ojo. Esto requiere observar muchas veces el barco desde la proa, el espejo, desde arriba, desde las aletas y amuras y desde el perfil horizontal.”

“Con esta base, continúa explicando con mucha precisión, se pueden comenzar a determinar todas las cuadernas y empezar a elaborar plantillas para ubicar los árboles que posean las características requeridas y así obtener la madera que se necesita.”

Lo anterior significa no solo tener un profundo conocimiento de las diversas maderas que se requieren para construir las distintas piezas de la nave sino, además, estar capacitado para ir al monte a buscarlas. “Cada vez hay que ir más lejos en las montañas, nos señala Don Jaime, debido a la mayor escasez de madera por sobre corte. Muchas veces hay que ir con una yunta de bueyes para bajar los troncos ya arreglados a punta de hachas y sierras   (hoy motosierra). Una vez abajo, en el camino de montaña, los recibe un camión quien los lleva al sitio de construcción.”

Gallardo nos explica que el siempre trabajó en embarcaciones. “Es algo hereditario, nos dice.” Aprendió construyendo lanchas con su padre y con otros maestros de la zona, entre ellos Percy Mautor. Luego se largó por su cuenta aprendiendo los detalles sobre la marcha.  Ahora construye embarcaciones para gente adinerada.  Desgraciadamente no tiene un archivo con los detalles de las embarcaciones que ha construido, “solo de costos“, me dice con una sonrisa. Las embarcaciones las construye al lado de su casa, a la intemperie, haciendo diversas tareas dependiendo de la estación. Una vez terminadas las tira con bueyes o algún vehículo hacia las aguas del golfo el cual esta a pocos metros de su casa.

Cuando lo visité por segunda vez, en septiembre de 2004, estaba construyendo la lancha La Peregrina para un empresario de Santiago. En esta oportunidad ya había construido un galpón para la construcción de la nave y protegerse de la lluvia incesante de la zona.

Cuando le pregunté a Gallardo en que se fija para determinar si una embarcación es buena me contesta “en general me fijo si es bonita, si tiene una buena línea de arrufe (línea curva que sigue por lo general la línea de la cubierta. Esta línea viene desde el espejo y se curva gradualmente hacia la proa, siguiendo el diseño de cada carpintero). También me fijo si toda la estructura y entablado esta bien terminado y en su manga, para ver si está bien proporcionada (2:1). Desde el punto de vista de la navegabilidad lo más importante es si ciñe bien, concluye pensativamente.”

Trabajó por un tiempo como capitán de lanchas chilotas haciendo acarreos en la zona. “Siempre a pura vela, nos recalca, aunque algunas tenían motores de gasolina de 16 caballos marca Kohler, para entrar y salir de puerto. Para acarreos mas grandes y ha distancias mas largas se usaban goletas de dos mástiles. Hace años atrás, me dice don Jaime, se podían ver cuarenta o cincuentas lanchas chilotas en Angelmó.”

Don Jaime también trabaja como piloto o tripulante en otras embarcaciones, generalmente embarcaciones de recreo que hacen navegaciones largas. En una ocasión me dice riendo trabajé hasta de cocinero. “En otra ocasión me tocó pasar por el Cabo de Horno donde me fue posible obtener un diploma de reconocimiento de la Armada de Chile,  el cual se lo dan a los que han pasado navegando la longitud de esa isla de este a oeste.”

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